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Casas de provincia abren hoy sus puertas en CABA: cultura, música y un Borges desconocido

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Con actividades culturales, gastronómicas y musicales22 casas de provincias abrirán sus puertas esta tarde a partir de las 18 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que colabora cerrando calles en los casos en que se hayan programados actividades en la vía pública.

Por ejemplo, la Casa de Santa Fe, en la calle 25 de mayo entre Mitre y Perón, en pleno microcentro, tendrá un escenario montado afuera donde se presentarán libros, entre ellos una novedad inesperada, y actuará La Santa Fe, banda que cierra la noche, cuya madrina es nadie menos que la Sole Pastorutti. La popular cantante de Arequito no confirmó su presencia, pero podría sorprender a la concurrencia. Nadie lo afirma ni lo desmiente.

Pero la perla de las actividades de Santa Fe, casa que visitamos en virtud del re-posicionamiento que en materia cultural está haciendo esa provincia, cuya ciudad más relevante –Rosario– ha decidido contrarrestar las masacres del narco llevando la cultura a todos sus barrios (como hizo Medellín, en Colombia), será la presentación del libro El alfajor santafesino en El Aleph de Jorge Luis Borges, cuyo autor Santiago De Luca conversó con Clarín.

Borges vino varias veces a Santa Fe, en una de esas oportunidades fue invitado por Jorge Bergoglio al Colegio Inmaculada”, dice el autor del libro. El papa Francisco fue maestro y profesor de lengua y literatura en el Colegio Inmaculada Concepción de Santa Fe entre 1964 y 1965. En esa oportunidad, y tal como alguna vez señaló en alguna de las muchas entrevistas concedidas y biografías que se han publicado, conoció al argentino más universal (ahora Bergoglio también lo es).

“En El Aleph –nos dice De Luca vía whatsapp– Borges personaje lleva un alfajor santafesino cada vez que va a cenar a la casa de Danery a conmemorar la muerte de Beatriz Viterbo. Yo indagué en el detalle del alfajor santafesino y me pregunté por qué lo llevaba cada vez que iba a lo de Danery”. Pocos recordarán, luego de leer El Aleph, el detalle. Sin embargo, De Luca nos dice: “En Borges los detalles son verdaderas iluminaciones”.

Pensando en las vicisitudes que atravesaron algunos escritores que abordaron El Aleph para re-inerpretarlo en vida de María Kodama, fiel custodia de la obra de Borges, el autor dice: “Conozco a los sobrinos de María Kodama, que están haciendo un trabajo excepcional en la Fundación. Hace poco hicimos juntos un evento sobre Borges poeta, con el músico Pablo Guastavino. Yo recité”.

Pero ¿cuál es la hipótesis para que Borges incluyera el alfajor santafesino en su cuento más famoso? Es que no se trata del pequeño alfajor que hoy conocemos. El dulce de Santa Fe era grande y circular. Y precisamente allí hay una clave que nos explica Santiago: “Una de las hipótesis es que el alfajor santafesino, ya desde mediados del siglo XIX se hace circular, además de famoso. En el mundo árabe era más bien cilíndrico. Y la forma circular prefigura El Aleph”.

–¿Cómo fue que elegiste el alfajor como tema de investigación?

–El alfajor santafesino no existía en el mundo árabe. Era un dulce de origen árabe y en esa lengua significa “relleno”. En la Argentina, traído por los andaluces de origen moro, se acriolla en la época de la Colonia y con el tiempo se hace circular. Me he dedicado a investigar la obra de Borges desde mi tesis doctoral en Madrid. Y en los últimos años la influencia de la cultura árabe en su obra.

–¿La crítica no escribió sobre esto?

–Hasta lo que yo conozco la crítica nunca había reparado en que el alfajor que Borges lleva en ese cuento es el santafesino. De hecho he chequeado el manuscrito que esta en la Biblioteca de Madrid y dice “alfajor santafesino”. Entonces por eso mi libro lleva ese nombre. Por un lado está la enunciación literal de que iba a cada cena con ese dulce. Está en el cuento. Y por otro lado yo arriego esa hipótesis: que el alfajor santafesino que adquirió su forma canónica circular está en completa correspondencia con El Aleph. Es una de las claves para acceder a “El Aleph”. Hace poco escribí algo para la prensa de Marruecos y me viene un detalle ahora: en esta investigación que hice sobre Las mil y una noches y toda la cultura incluso oral del mundo árabe en Borges seguí el viaje suyo a Marruecos, invitado a un Festival de Poesía, donde ya muy mayor y ciego fue sorprendido por la sensualidad y la sonoridad del país.

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